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«El viaje más largo» Gema Palacios

 

Un hombre desciende la colina en el borde de un paraguas
Deseo que haya luz suficiente para intuir el humo de otro idioma
Pero es blanco el perfume del niño que amé
Retengo la primera gota en la punta de la lengua como una forma de decirme adiós
Todos los árboles esperan un roce de pájaro una caricia oxidada
Todas las cruces serán verdes y nos dolerán en los ojos cuando ignoremos a quién
llevamos dentro
Y no es el tiempo que pasa, somos nosotros quienes vamos haciéndonos niebla
Eras el sueño hecho cuerpo en el quicio de una puerta oyéndome llorar
El amor no nos escoge con el dedo índice, sino con todos y cada uno de los dedos
Me senté a mirar por la ventana cómo avanzaba hacia mí el viaje más largo
He jugado y he vivido: tumor de la inmovilidad.

«El viaje más largo» Gema Palacios.

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