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«Todos los hijos» Aitana Monzón.

[Premier Deuil; Bouguereau, 1888]

donde los cuerpos caen
uno de otro
y la mancha pálida
su despertar rebusca;
es ese llanto por la tierra
que te olvida
–sedente,
una mano turbia
ya
fiambre.
“Abel,
comiénzate.”
mas no hay transposición
ni hay órgano.
“también los hijos mueren”
dice Aquel
que revuelve el cereal
en búsqueda de agua

«Todos los hijos» Aitana Monzón.

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