a mi hijo
Por cada pájaro que despega cae
una hoja
y se quiebran juntos
por el destino opuesto
de la tierra y del cielo.
Por cada hijo que nace un cuerpo
se hunde y no lo vuelves
a ver
y no sabes
a quién pertenece ciertamente
y se queda ahí quieto sobre la alfombra
como un paraíso doméstico
que te hace brotar su tesoro
entre las manos.
Levántate y camina ordena el viento de la tarde sobre el muelle
y efectivamente rueda la piedra
baja el escalón en soledad
un ruido sordo
un cuerpo que vuelve a la arqueología
de su silencio
un sorbo que baja
sordo
y está en el fondo
sobre la gran panza del animal
en la gran cuna del estómago del animal
en la bolsa resplandeciente
del mar.
7 horas, 11 de julio de 2014.
«Por cada pájaro que despega cae» Francesco Iannone.
(Texto original)
a mio figlio
Per ogni uccello che decolla una foglia
cade
e si schiantano insieme
per l’opposto destino
della terra e del cielo.
Per ogni figlio che nasce un corpo
s’inabissa e non lo vedi
più
e non sai
a chi davvero appartiene
e resta fermo lì sul tappeto
come un paradiso domestico
che ti germoglia il suo tesoro
sulla mano.
Alzati e cammina ordina il vento la sera sul molo
ed effettivamente rotola il sasso
scende il gradino in solitudine
un tonfo secco
un corpo che rientra nell’archeologia
del suo silenzio
un sorso che va giù
sordo
ed è sul fondo
sulla grande pancia dell’animale
nella grande culla dello stomaco dell’animale
nella sacca splendente
del mare.
ore 7, 11 luglio 2014.
«Por cada pájaro que despega cae» Francesco Iannone.