Ahora que ya no mezclo la tierra con la yerba, me como la cuerda del esquife me trago el mar con flores en el espacio vacío del aire con sal. Núbil, ondeo en este islote sin árbol ni raíces, contengo la carne, también hago fuego escucho a mi madre y rompo a la mar. «Comer» […]
Ahora que ya no mezclo la tierra con la yerba, me como la cuerda del esquife me trago el mar con flores en el espacio vacío del aire con sal. Núbil, ondeo en este islote sin árbol ni raíces, contengo la carne, también hago fuego escucho a mi madre y rompo a la mar. «Comer» […]
Una observadora cósmica arde posada en unos ojos lánguidos, ojos que alumbran cuerpos en el exilio, ojos que son efigies talladas. Observa lo que subyace detrás de esta prisión ilusoria donde el tiempo es de hojalata y la patria permanece en reposo. Ahonda en el silencio de los transeúntes, sé cómplice de su rigidez estable, […]
Una observadora cósmica arde posada en unos ojos lánguidos, ojos que alumbran cuerpos en el exilio, ojos que son efigies talladas. Observa lo que subyace detrás de esta prisión ilusoria donde el tiempo es de hojalata y la patria permanece en reposo. Ahonda en el silencio de los transeúntes, sé cómplice de su rigidez estable, […]
Siempre, el imposible diferente; el no saber cuándo ni cómo, y lo que es más duro, el porqué. Siempre errando sin culpa alguna en lágrimas secas, disimulados surcos arañando la rutina. Siempre algo más; ese detalle inacabado, inoportuno. Siempre ese no es bastante, cuánto falta, si no llega. Y muerde el alma otro mordisco. Muerde […]
Siempre, el imposible diferente; el no saber cuándo ni cómo, y lo que es más duro, el porqué. Siempre errando sin culpa alguna en lágrimas secas, disimulados surcos arañando la rutina. Siempre algo más; ese detalle inacabado, inoportuno. Siempre ese no es bastante, cuánto falta, si no llega. Y muerde el alma otro mordisco. Muerde […]
Sentada con la puerta detrás de mí, dejo que la brisa te reemplace. Pero tú entrarás flotando sobre tus pies cortados por la arena del fondo marino, meciendo la luna envuelta en una gasa. ¡Toma!; caerá como un plomo en mis oídos. Esto es lo que intenta borrar el sol. Hoy, ha perdurado. Yo misma […]
Sentada con la puerta detrás de mí, dejo que la brisa te reemplace. Pero tú entrarás flotando sobre tus pies cortados por la arena del fondo marino, meciendo la luna envuelta en una gasa. ¡Toma!; caerá como un plomo en mis oídos. Esto es lo que intenta borrar el sol. Hoy, ha perdurado. Yo misma […]
Vivo en una concha cerrada, donde los elementos no me son una amenaza. Todos los días y las noches son iguales, despejando la arena, grano a grano, hasta que vuelven a ser nuevos otra vez. Pinto: pinceladas anchas por la pared, entregándome a la poesía como tregua, aunque el aburrimiento es el culpable. Un agujero […]
Vivo en una concha cerrada, donde los elementos no me son una amenaza. Todos los días y las noches son iguales, despejando la arena, grano a grano, hasta que vuelven a ser nuevos otra vez. Pinto: pinceladas anchas por la pared, entregándome a la poesía como tregua, aunque el aburrimiento es el culpable. Un agujero […]