I.
recorrer un desierto. marruecos en taxi y. tus labios. el mal du pays, la sed de. espaldas de. males de. países.
dentaduras exhaustivas entre essaouira y fez. ochocientos kilómetros ochocientos prodigios: ipsissima verba (las confesiones nocturnas), ipsissima gesta (el sexo, el desmayo): las tripas del pescado, la pasión de. agosto, la menta, la. gaviota, la escarcha del. sudor.
guiños exhaustivos entre essaouira y fez. palmípedas palmeras que susurran sherezade, eterno amor prosódico que no puedo traducir. ¿cómo decir arena, siempre, asfixia cruda? ¿el piar de las nubes, maraña, densidad?
II.
silencio exhaustivo entre essaouira y fez: camellos inclemencia mar (desgañitado); laberinto, aire-flor y. panorama de arcilla. montículos de moscas enjoyadas: melaza. cordilleras de mujeres drapeadas: escondidas. ficciones etnocéntricas tiznan mi fascinación. pero el resto no es exótico, ni oriental, ni el resto: el cielo desconchado (equus africanus asinus), motocicletas escuálidas (rezos, pan, sordomudos), y el recuerdo (fresco-amargo) del río Oued-Ouzoud.
III.
tus palabras y tus actos: la promesa (eucaristía), la delicia (chapuzón), los horizontes. y delante, el conductor se auto-inflige la cuaresma (el ramadán); tú, de copiloto, duermes, duermes, duermes; detrás, yo sufro, hi. po, escru. to la belleza del. paisaje. ocho horas de fiebre, felicidad, baklavas.
esos dos niños abrazados, espalda con espalda, en el. desierto. la sed. de espaldas. de bienes. de países.
dentro del taxi, esos dos niños.
(2013)
«Postal escrita por las dos caras» Berta García Faet.