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«La pupila de la vaca ensancha su negrura» Naiara Zazpe

La pupila de la vaca ensancha su negrura
el desgarro del grito aterciopelado de una madre
engorda la porosidad de las vigas que
sostienen el dolor de fractura
aguardan el llanto prematuro del niño
que deberá ser hombre.
Las diminutas manos se alargan
preparan el cuenco donde
recoger la ubre
desmigar la lana
donde nacerán las caricias para el buey que ara.
Las sendas rajan su letargo para entregarse
a las huellas del niño
violetas y caléndulas se disponen a su tacto
el perro consentirá su mandato
la vara del roble ya se deforma
para su palma.

Naiara Zazpe.