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«mamá ayer me llevaron a confesarme…» Sofía Estrella Gutiérrez

mamá ayer me llevaron a confesarme a la iglesia del colegio me dijeron que
llevaba la falda muy corta me dijeron que pidiese perdón me dijeron que no
debería sentir ese cosquilleo pero por primera vez no sentí culpa de tener
las uñas pintadas de rojo chillón

tenemos la misma forma que un algodón de azúcar
(dulces y al borde de desaparecer)

el color rosa es engañoso por eso a las niñas nos han engañado toda la vida
la esperanza se nos agotó a los 5 años y desde ahí vivimos tirando como mulas de carga
de las palabras que nos han sido dichas (que nos separan las vértebras) y de esa promesa
incumplida (la de Dios y la de nuestra madre)

aunque todo se nos quede grande hemos aprendido a no mentir a mordernos la lengua

luego crecemos y somos obscenas frente una Biblia abierta y nos arden las puntas del
pelo
y nos pica detrás del ojo y dejamos de sentir el paladar

no sé de dónde salieron esos aires de grandeza solo sé que a veces hay que creérselos a
veces hay que teñirse de rosa y rojo a veces hay que encender un fuego

la ceniza nos sabe a impotencia pero

juramos sinceridad y nos sabemos Santas

Sergio Obreo.