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«Amuleto» Carolina Sánchez

Profundidad, grieta, dzonot
donde no hay montañas los abismos son subterráneos.
Ojo del mundo en medio de la tierra,
ojo aguamarina, siempre abierto
donde se posan las hojas del tamaño de un grano de arroz.
Nado en el ojo del mundo
la capacidad de observar nunca se seca.

Mi cabeza se inclina ante el gran ojo y quiere cerrarse
quiere ser el olvido de lo que se sumerge.
El agua prolonga los rayos de luz,
hay peces con la paciencia y los bigotes de abuelos milenarios.
Los helechos esperan
hace siglos
en la orilla.
Dzonot:
Hueco en la tierra que el agua vuelve sagrado.
Jardín, con tiempo propio, guardado en el espacio detrás de la mirada.

Las imágenes que sobrevivan
al naufragio de la mirada
se convertirán en amuletos.

 

«Amuleto» Carolina Sánchez.

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